1. Haz las gelatinas de fresa y de limón, cada una por aparte. Para ello sigue las instrucciones del fabricante.
2. Cuando cuajen pártelas en pequeños trozos cuadrados y reserva.
3. Aparte, en una licuadora, mezcla la crema de leche, la leche condensada y reserva.
4. Prepara la gelatina sin sabor en la estufa. Cuando esté caliente viértela en un bol, añade la mezcla de la crema de leche con leche condensada y revuelve hasta que estén unificados.
5. Agrega los trozos de gelatina de fresa y de limón que habías reservado.
6. Lleva a la nevera hasta que cuaje nuevamente y sirve, se verá increíble en tu mesa navideña.
7. Puedes agregarle más leche condensada al servir.
1. En un bol con agua fría, ponemos a hidratar las gelatinas durante 15 minutos mientras preparamos la pannacotta.
2. Lavamos y cortamos las fresas en dados pequeños, las ponemos en un cazo con azúcar y dejamos cocinar durante 10 minutos a fuego bajo y reservamos. Vertemos en los moldes individuales y dejamos enfriar.
3. En otro cazo, calentamos la nata y la leche, incorporamos el azúcar y el interior de la vaina de vainilla y removemos. Llevamos a ebullición y retiramos del fuego, añadimos las hojas de gelatinas escurridas y removemos hasta su completa disolución.
4. Vertemos la mezcla sobre los moldes donde ya hemos incorporado las fresas y dejamos enfriar. Reservamos en la nevera durante 4 horas mínimo.
5. Para desmoldarlos, pasamos un cuchillo por los bordes y los volcamos sobre platos.